Escuela de Danzas Àrabes Rahyza Raschid
Se dice que la danza es la más
antigua de todas las artes, en las civilizaciones de antaño era un medio esencial para participar en la expresión emocional de la vida colectiva. El movimiento es considerado como un lenguaje
social y religioso, amparando un efecto socializante y unificador tanto para danzantes como para espectadores. Se danzaba para curar enfermedades, pedir victoria en los combates, asegurar una
caza fructífera, y en este caso, -el de la danza del vientre- para potenciar la fertilidad tanto del cuerpo terrestre como de aquellos a los que va dedicada la danza. La danza del vientre posee
una dimensión terapéutica y espiritual que se remonta a un pasado lejano, cuando se practicaba en los templos sagrados de Egipto. El desbloqueo de tensiones y emociones, y la aproximación de la
mujer a su propia identidad, son algunos de los beneficios que aporta a sus practicantes.
Desde la antigüedad la danza del vientre o danza árabe fue considerada una herramienta sagrada para la conexión de lo terrenal con lo divino; danza mística, mágica y altamente espiritual. La
danza oriental se originó como un rito de mujeres africanas y orientales en encuentros sociales, donde hacían gala de su dominio muscular con movimientos originados desde el vientre, centro
sagrado de energía femenina. Danza ritual ofrecida a las diosas de la vida y la fertilidad, en donde la naturaleza original de sus movimientos consiste en desplegar la feminidad como una fuerza
sutil y divina.
Te invito a que juntas transitemos este hermoso camino en la Danza